martes, 20 de noviembre de 2012

Va por ellos

Dedicado a Mª Ángeles y su amor por los mestizos.


Mírame, o no me mires... quizás no soy de tu agrado.
Mírame pero intenta ver dentro de mi, a través de mis ojos,
inenta percibir mi pena porque sin merecerlo soy un perro abandonado.

Fui querido, una vez. Una sóla vez...
aún recuerdo con cariño, las risas de los pequeños de la casa
todavía recuerdo los paseos por la plaza
y sobre mi lomo las manitas de aquellos niños.

Mis compañeros en las celdas, vienen de todas partes
de casas, de gasolineras, de carreteras donde han estado a punto de atropellarles.
Somos perros, todos distintos. Carmen nos llama "perros exclusivos"
otra gente nos llamaba chuchos, perro feo
lárgate, como vuelvas te pateo.

Mientras nos baña nos cuenta
que no hagamos caso de la gente, que está mal de la cabeza.
Que nuestras madres se "escapaban", que otros fuimos fruto de experimentos caseros.
Que si las perras deben criar una vez en la vida,
que llévate un cachorro y verás tus hijos que contentos
Cuando no lo quieras a la perrera
Que total para eso están y no te piden dinero.

Tu que lees esto, se que no tienes la culpa
se que tu no me trajiste a esta jaula, y posiblemente no lo harías nunca.
Se que evitas ver mis ojos, mi tristeza o mi alegría
también se que prefieres no pensar en lo que ocurre
cuando tu prefieres otro más "guapo"
y el resto nos quedamos entre la mugre.

Hay personas que buscan un carácter muy concreto:
alegres, juguetones, viejecitos o inquietos
los perros como yo, queremos seguir creyendo.
Ella nos cuenta historias, y nos habla con amor
pero no soy tonto y se que un día nos pondrán una inyección.

Danos una oportunidad, aunque sea en acogida.
Prometo portarme bien
y tu puedes estar salvando mi vida
No mires mis pelos, no mires mi color
fíjate en mis ojos...
mis ojos de tono marrón.
Mi nariz que te olfatea con avidez
cuantos años tiene el niño, quizás 3?

Ahora estoy cansado, el cuerpo me pide reposo
¿de quién son esas manos blancas y esa bata color añil?
nunca las había visto tan cerca me dicen que no me ponga nervioso
Mi cuerpo se vuelve ligero, ligero...
Tengo sueño, creo que me duermo
Solo alcanzo a decirte....

Que con que hayas leído esto ya te quiero...

... tuyo siempre, el chucho de la celda de acero...

Escrito por Carmen Molina en recuerdo de tantos inocentes fallecidos por culpa de la irresponsabilidad de algunos que dicen llamarse personas.

    No hay comentarios:

    Publicar un comentario

    Dejanós tu mensaje: